Un
sueño
Anoche
apareciste sonriendo entre mis sueños,
llevabas
la corbata que yo te regalé.
Mis
manos en tus manos decías susurrando:
“El
cielo se despierta y canta en la ventana,
la
hierba danza alegre al son de tu sonrisa,
los
dedos de la aurora dibujan en el viento,
las
náyades del Hades escancian leche y miel.
Escucha
las palabras que vienen con la lluvia,
abraza
con firmeza el pecho del otoño,
vadea
la corriente del río en el que bogas
y
busca entre las ramas el pájaro dorado”.
Luego
te despediste lanzando un beso al aire
y
todo quedó a oscuras temblando en el sigilo.
Miembros
de mármol frío, alma esculpida en hielo.
Imagen:
Claude Verlinde.
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