Mi dolor...
Mi dolor de los
viernes es más suave el domingo.
Lo sufro, sobre todo,
cuando alguna campana
dobla desde una torre.
Siento piedad y asco
por los días de la semana.
El año está sombrío,
creció el tiempo.
La hora de un pasado
extinguido me llama
y no hay forma de
salir de esta hora
entre cenizas y humo.
Aún me tienta el amor
por el tiempo
porque parece mío,
tanto en el miedo
como en el valor.
¿Eres un héroe? ¿Eres
un cobarde?
Hombre arrastrado
como un trapo roto,
de los siete botones
quedan cinco.
Dos se perdieron:
uno entre las peñas,
otro hundido en el
valle.
Oyelo... Cae hacia la
eternidad.
Traducción de Darie
Novaceanu.
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