domingo, 22 de septiembre de 2013

FRANCISCO DE QUEVEDO





Cargado voy de mí, veo delante
muerte, que me amenaza la jornada:
ir porfiando por la senda errada
más de necio será que de constante.

Si por su mal me sigue necio amante
(que nunca es sola suerte desdichada),
¡ay!, vuelva en sí, y atrás, no dé pisada
donde la dio tan ciego caminante.


Ved cuán errado mi camino ha sido;
cuán solo y triste y cuán desordenado,
que nunca ansí le anduvo pie perdido:

pues por no desandar lo caminado,
viendo delante y cerca fin temido,
con pasos, que otros huyen, le he buscado.

Imagen: Shelby McQuilkin, In the Distance.

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