Cargado voy de mí,
veo delante
muerte, que me
amenaza la jornada:
ir porfiando por la
senda errada
más de necio será que
de constante.
Si por su mal me
sigue necio amante
(que nunca es sola
suerte desdichada),
¡ay!, vuelva en sí, y
atrás, no dé pisada
donde la dio tan
ciego caminante.
Ved cuán errado mi
camino ha sido;
cuán solo y triste y
cuán desordenado,
que nunca ansí le
anduvo pie perdido:
pues por no desandar
lo caminado,
viendo delante y
cerca fin temido,
con pasos, que otros
huyen, le he buscado.
Imagen: Shelby
McQuilkin, In the Distance.
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