Romance de julio en
Salobre. Cuadro amarillo
En las tardes de
verano
todo el mundo es marillo.
Está la yerba
amarilla,
amarillos son los
pinos
y allá abajo, en la
llanura,
son amarillos los
trigos.
El pueblo, que era
antes blanco,
de amarillo se ha
teñido.
Cuando el agua se
remansa,
se desborda de oro el
río.
Las retamas y los
chopos,
las higueras, los
quejigos,
las zarzas y los
almendros,
los nogales, los
olivos
y la mirada del que
anda
se han pintado de
amarillo.
Amarillas son las
aves,
las cigarras y los
niños,
el céfiro y sus
aromas,
las mañanas del
domingo,
las palabras de
Mercedes,
mis labios cuando
sonrío,
los muertos del
cementerio,
mi corazón
sorprendido...
Imagen: Stuart Lee, The Midst of Grasses
Imagen: Stuart Lee, The Midst of Grasses
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