martes, 14 de enero de 2014

DAVID LÓPEZ GARCÍA








Por la tarde



Cuando el sol se refugia tras los montes
vuelven los gorriones al gran pino
donde han edificado sus alcobas.
Alboroto de trinos, barahúnda
de voces que saludan, que comentan,
que discuten, que arguyen, que analizan.
Mas todo el que escuchare atentamente
podría distinguir entre la bulla
-un trino grave y digno, algo impostado-
la voz del narrador que cuenta historias:

"De cielo en cielo vuela por el día
y de estrella en estrella por la noche.
Se cubre las vergüenzas con las hojas
más frescas de los árboles que puebla.
Y cuando se recuesta en la montaña
afloran de su barba los cien ríos".



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