Meditación agitada
Una tormenta hace girar las aspas del molino
que salvajemente, en la oscuridad de la noche, muele la
nada.
Las mismas
leyes te mantienen despierto.
La panza del tiburón gris es tu débil lámpara.
Recuerdos difusos se hunden en la profundidad del mar
y allí se petrifican junto a extrañas columnas. Verde
de algas
está tu muleta. Quien
se va hacia la mar regresa rígido.
Traducción de Roberto Mascaró.
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