miércoles, 1 de enero de 2014

DAVID LÓPEZ SANDOVAL







Dragones

                                    a mi hija Carlota

No olvidaré la aljaba bien nutrida
ni el yelmo que brillara con la luz
primera de la tarde. Sentiré
que la sangre ha encarnado una vez más
mis mejillas. Y cuando las pisadas
consiga descifrar en la floresta
y llegue a donde pulen sus escamas
los últimos dragones, pensaré
en ti y desearé que estés conmigo
por que adviertas que puedo todavía
cazarte uno cada madrugada.




Imagen: Attemme, Trough the canyon, 2013.



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