viernes, 10 de enero de 2014

FERNANDO PESSOA








Me retiro hacia dentro y cierro la ventana.
Traen el candil y me dan las buenas noches,
y mi voz gozosa da las buenas noches.
Ojalá que mi vida fuese siempre esto:
el día pleno de sol, o suave de lluvia,
o tempestuoso cual si se acabara el Mundo;
la tarde suave y las cuadrillas que pasan
contempladas con interés por la ventana;
el último mirar amigo al sosiego de los árboles,
y después, cerrada la ventana, encendido el candil,
sin leer nada, ni pensar en nada, ni dormir,
sentir en mí correr la vida como un río en su lecho
y fuera un gran silencio, como de dios dormido.




Traducción de José Antonio Llardent.

Imagen: Balthus, Cour de Rohan, 1951.



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