Canto fúnebre sin música
No, yo no me resigno a que los corazones amantes sean
sepultados
en la compacta tierra. Así es y así será:
a la oscuridad van el cuerdo y el hermoso. Coronados
de lirios y laurel ellos van. Pero yo no me resigno.
Pensadores y amantes, ¡hundíos en la tierra!
Sed uno con el polvo sordo y nivelador.
Algo de lo que fuisteis y supisteis
debe quedar. Pero perdióse lo mejor.
Las rápidas respuestas, las miradas sinceras, el amor y
sus risas,
todo se fue. Se fue y es alimento de las rosas.
Elegantes, risadas son las flores. También son olorosas.
Lo sé, aunque no lo apruebo. Más bella era la luz que
relucía
en tus ojos que todas las rosas de la tierra.
Hacia abajo, hacia abajo, en las tinieblas de la tumba,
van, poco a poco, el bello, el tierno y el hermoso.
Lentos van, el valiente, el sabio y el gracioso.
Lo sé, aunque no lo apruebo. Y no me resignaré nunca.
Versión de A. Bartra.
Imagen: Agostino Arrivabene , Lo Psiconauta. 2007.
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