Desde otra realidad
Una se pone enferma del
grito que pide realidad
Estuve demasiado cerca de
las cosas
de manera que me quemé al
atravesarlas
y estoy al otro lado de
ellas,
donde la luz no está
separada de la oscuridad,
donde no se ha puesto ningún
límite,
solo un silencio que me
lanza a un universo de soledad,
de incurable soledad.
Mira, me refresco la mano en
hierba fría.
Esta será la realidad,
será suficiente realidad
para tus ojos
pero yo estoy al otro lado
donde las briznas de hierbas
son campanas
sonoras de pena y amarga
expectativa.
Tengo en las manos la mano
de una persona,
miro los ojos de un ser
humano,
pero yo estoy al otro lado
donde el hombre es bruma de
soledad y angustia.
Ay, si yo fuera una piedra
que pudiese sostener el peso
de este vacío,
si yo fuese una estrella
que pudiese beber el dolor
de este vacío,
pero yo soy un ser humano
arrojado país fronterizo
y oigo rugir al silencio
desde mundos más profundos
que este.
Traducción de Francisco J.
Uriz.
Imagen: August Malmström, Weeds along a fence.
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