Siempre espero
que se abra la ventana,
como si abriéndose se abriera
a un fulgor completo, como si
la ventana no fuera sólo
sino iluminación total
de la explosión de la esperanza
que llevamos dentro y que por fin
nos inunda, la inundamos,
y cesamos de ser lo que somos para ser
lo que es y por siempre será dentro.
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