Aroma
Olía todo el
prado
al verdor
insumiso
de la hierba
humillada
por el paso del
hombre.
El aroma
entregaba
su desnuda
inocencia
en el silencio
frío
de la luz de
noviembre.
La tarde fue
olvidando
su nítida
hermosura
hasta que
tristemente
se acobardó de
sombra
y todo fue en la
noche
desprecio de los
ojos,
triunfo del
aroma.
Imagen: Johan
Abeling, Spoordijk, 1997.
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