jueves, 13 de noviembre de 2014

STEPHEN CRANE









En el desierto
vi una criatura, desnuda, bestial,
en cuclillas, que
tenía su corazón en la mano,
y se lo comía.
Le dije: “¿Está rico, amigo?”
“Es amargo—amargo,” me contestó;

“Pero me gusta
porque es amargo,
y porque es mi corazón.”



Versión de Inés Garland.


Imagen: lelik17, The devourer of hearts, 2005.




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