Primavera
Nada es tan hermoso
como la primavera:
cuando la hierba, en
redondel, brota larga y linda y lozana;
los huevos de tordo,
pequeños cielos bajos, y el tordo
entre los ecos del
bosque así refresca
el oído, que son
golpes de relámpago el oírlo cantar;
el peral cristalino
echa hojas y flores, acarician
el azur que
desciende; ese azur precipitado
de riqueza; también
los corderos corren y bien retozan.
¿Qué es toda esta
savia y toda esta alegría?
Un acorde del dulce
ser primordial de la tierra
en el jardín del
Edén. Ten, toma, Señor, antes de que se nublen
y agrien con el
pecado la mirada inocente y los días de mayo
del niño y la muchacha,
Tú, hijo de virgen, sean ellos
tu elección, tu
preciosa conquista.
Traducción de Juan
Tovar.
Imagen: Ned Smith,
Dutch Country Blue Birds.
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