Aún parece que
asoman, tras del Miranda altivo,
de mayo los albores,
¡y pasó ya setiembre!
Aún parece que torna
la errante golondrina,
y en pos de otras
regiones ya el raudo vuelo tiende.
Ayer flores y aromas,
ayer canto de pájaros
y mares de verdura y
de doradas mieses;
hoy nubes que
sombrías hacia Occidente avanzan,
el brillo del
relámpago y el eco del torrente.
Pasó, pasó el verano
rápido, como pasa
un venturoso sueño
del amor en la fiebre,
y ya secas las hojas
en las ramas desnudas,
tiemblan descoloridas
esperando la muerte.
¡Ah, cuando en esas
noches tormentosas y largas
la luna brille a
intervalos sobre la blanca nieve,
¡de cuántos, que
dichosos ayer la contemplaron,
alumbrarán la tumba
sus rayos transparentes!
Imagen: Li Xin,
Mountains nº 8.
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