Destino
Bajo un cielo de
Juicio Final,
de espejos rebelados,
he de llegar al mar
para la muerte mía.
Me levantaré así en
la ola más alta
y me hundiré para
siempre.
Acaso sí, yo sé,
con una risa helada
buscaré mi origen.
Sin manos y sin ojos,
¡ay!
buscando una sombra
que es sombra de la nada.
Ya olvidado de todos
y de mí mismo,
que apenas me
conociera un día
he de llegar al mar
para la muerte mía.
Imagen: Miguel Ángel
Buonarroti, El juicio final, La barca de Caronte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario