¡Cómo se pasan,
Lelio, las edades,
sujetas al rigor de
la inconstancia,
cuando del mundo,
bárbara ignorancia,
desconoce terrestres
potestades!
Funda sobre diversas
voluntades,
de prósperos sucesos,
la arrogancia,
y verás en su misma
vigilancia
que todo es vanidad
de vanidades.
Nace el sol; en el
término de un día
muere y comienza el
curso repetido
por la estación del
cielo más serena.
Sólo a tanta mudanza
mi agonía,
en el lóbrego centro
del olvido,
anima el contrapeso
de mi pena.
Imagen: Cornelius
Gijsbrechts, Vanitas.
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